Vales mucho, princesa.

La vida te va enseñando a que tienes que luchar por ti misma, que pocas veces vas a encontrar ayuda, y si la encuentras será por algo a cambio. Que los cuentos de princesas Disney son eso, cuentos, una mentira, un entretenimiento que engaña a las niñas desde pequeñas, que las hace pensar que si en un momento en su vida se sienten mal no se preocupen ni se sientan tristes, un príncipe irá a su rescate, y serán sus princesas. ¡Y no! Tenemos que salvarnos nosotras mismas, ningún príncipe va a venir a ayudarnos, pero es que tampoco lo necesitamos, sabemos valernos solas, podemos valernos solas y debemos hacerlo.  Nunca llores por una persona que nunca te supo valorar, porque no sabrá valorar tampoco tus lágrimas. Mulán aprendió a pensar así y llegó más lejos que Cenicienta. 

Asi que levanta la cabeza, sonríe y piensa '¡soy feliz, me tengo a mí misma, y puedo con todo!', te aseguro que si piensas así serás mucho más feliz que aquellas que creen en cuentos de hadas y no en ellas mismas. 
Se puede ser princesa y no necesitar a un principe para ello.